21 Mar Querido coronavirus, esta carta es para ti
Querido coronavirus, esta carta es para ti…
Debo reconocerte que llegaste a lograr intimidarme. Aunque al principio relativizaba mucho tu poder, luego me di cuenta del peligro que suponías.Tu llegada nos trastornó la vida a todos.
En un abrir y cerrar de ojos, paralizaste la vida de todo un mundo. ¡Increíble tu poder! Y por si te fuera poco, hiciste que muchos sintiéramos pánico de tenerte cerca. Aislados, confinados, encarcelados cada uno en su propio hogar. Nos quitaste la libertad y, a muchos también, la salud mental ya que las medidas tomadas para protegernos de ti, han supuesto un aumento significativo en los niveles de ansiedad en muchas personas y el agravamiento de cuadros con depresiónprevios a la que has liado. Como en las películas, con mascarilla, guantes y a más de metro y medio las pocas salidas permitidas. ¡De locos!
Me di cuenta que si seguía maldiciéndote y sabiendo de ti a todas horas, te estaba poniendo mi estado de ánimo en las manos y me estabas destrozando. Salías en todas las cadenas televisivas y encima, como te desconocíamos, la información sobre ti era toda una incertidumbre y contradictoria. De verdad, te reconozco que llegaste a comenzar a desestabilizarme. Pero siento decirte que tuviste la mala suerte que fui más rápida que tú. Decidí pararme, practicar una estrategia que suelo recomendar mucho,: mirar lo que me estaba sucediendo desde lejos, cambiar de gafas y verlo desde otra perspectiva.
Pero ahora, buscando lo positivo dentro de lo negativo que me has generado, te agradezco:
- Tomar conciencia de la libertad que tenía y no valoraba porque nací con ella.
- Valorar la suerte que tengo de trabajar en lo que me gusta y llegar reventada después de toda una jornada.
- Valorar el tiempo para hacer todas esas cosas para las que nunca tenía tiempo porque tenía otras prioridades. Me he apuntado a dos cursos online que me tienen muy entretenida. He hecho limpia en los armarios y he quitado todo lo que sobraba y no servía dejando hueco a lo nuevo que llegará, he retomado la lectura y he escrito más que hace mucho tiempo.
- Pero sobretodo te tengo que agradecer el haber aprendido que no tengo que estar organizando tanto y estrujándome la cabeza haciendo planes sin parar para que mi hijo sea feliz. Estos días nos hemos bajado tutoriales de Taichi, de mugendo, y nos hemos unido a todos los retos que he visto en las redes sociales. Nos hemos reído muchísimo más que cuando lo llevaba a los mejores sitios donde pudiera estar. Dando toques a un rollo de papel higiénico se pasa horas, y es realmente feliz
- Me he dado cuenta que si ya era una persona de besos y abrazos con los míos, tengo que hacerlo aún más porque los hecho mucho en falta. Pasó el día del padre y me quedé con la pena de no darle su achuchón. Pero bueno, de momento vamos lidiando con ellos vía telemática. ¡Benditos avances!
- Gracias por demostrarme que vivo en una sociedad responsable, agradecida con sus aplausos cada noche en homenaje a grandes héroes que ponen en riesgo su salud por salvar la de otros. Una sociedad solidaria que ayuda a las personas en edad de riesgo para ponérselo todo mucho más fácil.
- Gracias porque he conocido y disfrutado del placer de una siesta. ¡Que maravilla y reponedora! Y yo que nunca la hacía por estar “aprovechando» el fin de semana haciendo cosas diferentes.
- Gracias por darme unos días de DESCONEXION PARA LUEGO, VOLVER A CONECTAR con más fuerza y ganas de vivir, correr, trabajar, hacer deporte al aire libre, hacer la compra sin mirar espacio entre los demás.
Bueno, ha llegado la hora de despedirme. Igual que te vi venir, te veré desaparecer, pero ya no desde la angustia, sino desde el cambio. Ya no volveré a ser la misma que era antes de tu llegada. He aprendido la lección que me dado la vida con tu aparición. Pero vamos, desde la calma, el confinamiento y con el apoyo de una sociedad unida, te veremos desaparecer, porque querido y jodido bicho, que sepas que para nosotros, TODO VA A IR BIEN. TODO PASARÁ Y TENDRÁ SU FIN.
Con esto me despido. Un abrazo gracias por tu lección. No te olvidaré jamás.
Un saludo
Tamara de la Rosa / Psicóloga Canarias: Tenerife
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