Practicar un deporte o ser un profesional deportivo requiere, además de tener ciertas condiciones físicas, tener otras aptitudes y actitudes psicológicas.


Aquí juega un importante papel el trabajo de la psicología deportiva y la motivación.

 

La motivación debe cubrir ciertas necesidades, como la seguridad, autorealización, de estima, sociales y fisiológicas, principalmente.

 

El psicólogo deportivo suele centrar su trabajo en potenciar en el deportista el autocontrol y el autoconocimiento a través de diferentes técnicas de visualización, autoconocimiento y relajación.