Esta forma de terapia se basa en un conjunto de técnicas y métodos usados para poder ayudar a niños y niñas que tienen problemas con sus emociones o conductas, y uno de los muchos elementos que la diferencian de la terapia para adultos es que utiliza el juego como elemento clave en la terapia. Además, implica a la familia (y en ocasiones la escuela y/o otras instituciones y profesionales) en el proceso terapéutico, por lo que la relación terapéutica y la alianza es múltiple.