Tamara de la Rosa

Educa niños autosuficientes

Cuando hablamos de autosuficiencia no se trata de no pedir ayuda cuando crees que la necesitas, pero si de cortar ese lazo de dependencia donde necesitas la aprobación de otro para realizar actividades o tomar decisiones por ti mismo. Una persona autosuficiente es capaz de distinguir cuando puede afrontar solo un problema o cuando realmente necesita ayuda por parte de otros, y la mejor edad para trabajar esta cualidad es en edades tempranas.

Un niño autosuficiente será más autónomo por lo que tendrá una mejor percepción sobre sí mismo y buena autoestima. Madurar al ritmo adecuado es importante para el desarrollo. Esto se logra educando a los niños en la autosuficiencia.
Algunas claves de cómo hacerlo:

1- Introduce responsabilidades: Quizás te sea más sencillo vestirlo cada día para no llegar tarde al trabajo o bañarlo tú para que no haga de tu baño una piscina, pero es necesario que asuman responsabilidades adecuadas a su edad, subiendo la dificultad de manera gradual según su crecimiento. Añadir tareas como recoger sus juguetes y premiarlo con refuerzo emocional cada vez que lo logre es beneficioso, aunque el refuerzo no se debe reducir únicamente al resultado final sino al esfuerzo que le ha supuesto realizarlo. Enséñale cómo hacerlo y supervisa como lo hace. Una vez que entienda de qué se trata, déjalo solo para que vaya perfeccionando la habilidad. Así ganará confianza en sí mismo.

2- Permítele equivocarse: El niño tiene que aprender que el fracaso forma parte de la vida y debe aprender a lidiar con él. La sobreprotección no le ayuda, al contrario, le perjudica de cara a su etapa adulta donde no sabrán manejar la frustración ante posibles errores afectando, de esta manera, a su autoestima “soy incapaz de hacerlo bien”. Como padres debemos darles las estrategias necesarias para desenvolverse, pero también debemos permitir que experimenten. El mejor maestro es el fracaso. De hecho, tenemos que darle normalidad a esta palabra que tanto miedo produce. Los niños deben saber que todos, en algún momento, nos equivocamos. Que hay que actuar de la mejor manera que podamos, pero que cometer errores es algo natural en el ser humano. Tan solo tenemos que aprender de ello para intentar no tropezar dos veces sobre la misma piedra, asumir la responsabilidad que conlleva y reponer el daño en la medida de nuestras posibilidades. “No eres un mal niño por equivocarte, serías un extraterrestre si no lo hicieras” Hay que ser cuidadoso, pero también valiente a la hora de tomar decisiones. Debemos incentivarlos a que asuman ciertos riesgos. La sobreprotección tiene como resultado niños con baja autoestima. Si no les dejamos que pongan a pruebas sus capacidades, le estaremos impidiendo que conozcan donde están sus límites por lo que no serán conscientes de lo que pueden mejorar.

3- No le soluciones todo:Siéntate a su lado y ayúdale a buscar una solución a su problema. Desarrollar la habilidad de resolución de conflictos le ayudará a ser un niño autosuficiente. Si le es complicado ofrécele varias alternativas y que sea él quien decida.

4- Ante el error evita los juicios de valor.No critiques al niño sino la conducta inadecuada. No es lo mismo decirle “eres un desordenado” a explicarle que ha dejado su habitación desordenada. Recuerda que los mensajes que le damos cuando son pequeños los interiorizan como suyos influyendo así en su autoestima “si mi mamá o papá dicen que soy un desastre es que lo soy”

5- Conviértete en un modelo a seguir: Los niños aprenden incluso, cuando no les estás enseñando. Son auténticas esponjas. Que tu hijo vea que tomas decisiones y que a veces las cosas no salen como uno quiere sin hacer un drama de ello, es buen aprendizaje para ellos.

 

Tamara de la Rosa / Psicólogo Tenerife

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