14 Abr Entrena el optimismo

Está claro que las circunstancias aparecen solas. No controlamos la parte injusta de la vida ni siquiera sabemos cuando ésta nos va a dar una de sus lecciones, pero si es cierto que nosotros elegimos como interpretarlas y vivirlas. Solemos pensar, que solo es optimista el que lo tiene fácil en la vida y no es así. ¡Se puede aprender a ser optimista! Y si aún no lo eres te animo a que te pongas en ello.

El optimismo es la capacidad de analizar la realidad desde su lado positivo y ésa capacidad, aunque a veces parezca imposible, todos la podemos desarrollar. No solo es útil, sino que además es sano, eficiente, nos da mejor calidad de vida, disminuye la ansiedad y el estrés y tenemos menos posibilidades de enfermar. Muchos creen que ser optimista es ser poco realista y ¡en absoluto!. El optimista no es ingenuo, ni se deja llevar por ideas prometedoras, sino que valora todas las posibilidades antes de tomar una decisión y analiza los riesgos que les afectan, para reservar energías y afrontarlos. En vez de ver el vaso medio vacío, lo ve medio lleno. Una actitud firme y de esperanza te ayudará a sentirte fuerte, capaz, te hace sentir responsable de tus actos, comprometerte contigo mismo y activarte. Puede que no entendamos las circunstancias pero con actitud positiva y predisposición al cambio, aumenta la probabilidad de alcanzar lo que necesitamos. Atraemos lo que pensamos, ya que, según pensamos, nos sentimos y, según nos sentimos actuamos, es decir, elige tus pensamientos y gestionarás tus emociones. ¡Sin más! Si piensas que eres capaz, actuarás. Si piensas que eres incapaz, ni lo intentarás. Tu mente pensará: “Para qué gastar energía en algo que no va a salir bien? Sé que es muy fácil decirlo y lógicamente lleva un esfuerzo aprender a serlo, pero entrenando en ello y siendo constante, terminas por convertirlo en un hábito. Si entrenas tu cuerpo ¿Por qué no entrenar tu mente?

1- Háblate en positivo:Acaba con los pensamientos derrotistas “no puedo”, “soy incapaz”. Todo lo que te dices, el subconsciente lo graba e interioriza y créeme que te lo recordará en el momento preciso. Dedica tiempo en escucharte y anota todos los pensamientos negativos que aparezcan. Te sorprenderás. Aprende a detectarlos para convertirlos en positivos.

2– Hablar de nuestros problemas es nuestra gran adicción. Debemos romper el hábito de hablar siempre de lo negativo que nos sucedey empezar a hablar de nuestras alegrías. Hablar continuamente de lo negativo desgasta y entramos en un círculo vicioso que nos dificulta prestar atención a otras alternativas.

3-Analiza las situaciones ybusca siempre la perspectiva más positiva.

4-Haz el esfuerzo de darte sugerencias y soluciones en vez de críticas y quejas.El lamento y victimismo no cambia tu situación, al revés, la perjudica. A problema, solución. Sé productivo y proactivo. ¿Qué consigues preguntándote una y otra vez “por qué a mí?”. Cambia esa pregunta por “¿qué puedo hacer?”. Seguro que encontrarás antes la solución o la mejora de tu situación.

5-Aprende a ser una persona sencilla y a pedir ayuda cuando la necesites.

6- No tomes decisiones a la ligera.Considera todo antes de actuar. Podrías correr el riesgo de caer en la imprudencia. Analiza las posibilidades de las que dispones.

Es cierto que el optimismo no te soluciona los problemas, pero si te ayuda a encontrar soluciones con mayor facilidad.

Tamara de la Rosa / Psicóloga Canarias: Tenerife

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