Psicóloga Tamara

Felicítate, ¿te has dado cuenta de lo grande que eres?

Hubo un tiempo donde no se paraba de oír y leer por televisión y redes la palabra RESILIENCIA:Capacidad para afrontar la adversidad, la parte injusta de la vida, y lograr adaptarse bien ante las tragedias, traumas, amenazas o el estrés severo.“Muy fácil decirlo pero no va con mi forma de ser” es lo que muchos me decían cuando publicaba sobre esta capacidad. ¿Por qué?,porque era lo más sencillo.

Seguramente ya vas entendiendo más a tu mente. Es vaga y perezosa. Si puede elegir, no va a hacer ni el mínimo esfuerzo. Es una crack en resistirse al cambio.“mejor conocido que bueno por conocer”, es su refrán preferido. Por eso en mi libro Psico-Cartas, cuento que su peor enemigo, y nuestro mejor aliado, es la fuerza de voluntad,porque a no ser que se sienta amenazada realmente, no te lo va a poner nada fácil. Si quieres adelgazar, te va a recordar constantemente que las dietas se empiezan los lunes; si quieres dejar de fumar, te convencerá que dejarlo de golpe no es bueno; y así en un sinfín de situaciones. Por eso, hemos de aliarnos con la fuerza de voluntad.

¿Pero ahora que ha pasado? Ahora ha pasado una tragedia real donde tu salud física y emocional están en riesgo. Ahora si se la juega y entonces…. ¡Tachán!, el poder de la mente. Aparece la resiliencia. Quizás no te hayas parado a pensar pero a ti hace unos meses te llegan a decir que te vas a tener que quedar aislado en tu casa, sin salir para casi nada en dos semanas, y seguramente hubieras dicho: “no aguanto ni de broma”, y sin embargo, a pesar de lo que nos está costando, ya llevamos más de dos semanas confinados, privados de libertad, acostumbrándonos a trabajar de diferente manera o aceptar que de momento no podemos hacerlo, haciendo teletrabajo, de profesor/a de tus hijos, monitor de su tiempo de ocio, buscar alternativas para entretenerte, y además, las tareas del hogar. ¡SOMOS LO MÁS! Y es que ser resiliente, no significa no sentir dolor emocional cuando la vida nos pone a prueba, sino saber reaccionar ante esta.

La muerte de un ser querido, una ruptura sentimental, la aparición de una enfermedad, el despido de un trabajo, son situaciones que producen un impacto emocionaly sensación de inseguridaden todos, llegándonos a plantear, si tenemos suficiente fuerza para continuar. Pero una persona resiliente, lleva a cabo una serie de conductas y sobre todo, una forma de pensar que facilita la adaptación al cambio y a superar las dificultades con mayor rapidez. Y ahora mismo, unos mejor que otros, pero ninguno bien, (lo raro es que esta situación trágica lo llevara bien alguien), estamos adaptándonos a este horrible momento.

Lo bueno de todo esto es que, ser resiliente no es una cualidad innata. Nadie nace siéndolo, pero sí que se aprende. Ahora que la vida nos está dando un duro golpe, no nos quedemos en el cambio, sino adaptémonos a él. Esto es temporal. Pasará, por lo que ahora el objetivo no debe ser “estar bien”,sino estar lo mejor que podamos.

1- Gastar tu energía en buscar culpables, no solo no te soluciona el problema sino que tu salud mental puede ausentarse. Entonces ya tendrías un problema más. Ahorra en tiempo y salud.

2-No te asustes por sentir emociones incómodas como el miedo, la ansiedad, la rabia y la tristeza. Pasarlo mal cuando las cosas se complican es normal y sinónimo de salud mental. De no ser así, tendrías un problema. Si por ejemplo, no sintiéramos miedo en este momento que estamos viviendo, nuestra vida correría peligro. Las emociones incómodas son necesarias para nuestra supervivencia. Otra cosa es que vivamos con ellas permanentemente. Si quieres llorar, llora. El problema sería si estuvieras días llorando sin cesar. LLora, desahógate y una vez hayas descargado, retoma la idea de seguir adaptándote al cambio. Debemos aprender a convivir con los momentos incómodos.

3- Nos tocó la parte injusta de la vida que no está bajo nuestro control. Aceptemos lo que no podemos cambiar y pongamos el foco en lo que sí depende de nosotros. Si eres de las personas que tiene que tenerlo todo bajo control, te habrás dado cuenta que, no sirve de nada intentar conocer todas las respuestas porque la vida nos puede cambiar las preguntas en cualquier momento.

4- Únete al mundo de las rutinas.

5- Hazte la idea que todo va a cambiar, pero todo a su tiempo. Buscaremos el puente a medida que vayan apareciendo ríos.

6- No olvides que estamos todos juntos en esto y que, a pesar de ser difícil, lo estamos haciendo bien. YA NOS QUEDA MENOS.

 

Tamara de la Rosa / Psicóloga en Tenerife, Canarias

tamaraconsulta@gmail.com

Twitter: @tamarareinventa

Facebook: @reinventatetamara

Instagram: @tamarareniventa

Si quieres leer más artículos de Tamara de la Rosa (psicóloga en Tenerife):, ¡haz click aquí!