Psicología Tenerife

La silla vacía en Navidad

La Navidad, no solo es una época de regalos. Es una época de reuniones. Comidas laborales, comidas entre amigos, etc, pero sobretodo las navidades es una época de reuniones familiares. No hay duda de que tener una “Feliz Navidad” se hace complicado cuando falta alguien en nuestra mesa.

En estas fechas es casi imposible estar al margen de la cantidad de mensajes y recordatorios que invitan a ser felices, pero el bombardeo mediático de alegría y felicidad puede ser un infierno para quienes están viviendo un duelo o no lo han superado. En Navidad, la mente tiene que hacer un doble esfuerzo en su gestión emocional. Ha de gestionar la tristeza hacia el ser querido que ya no está y la alegría por abrir el nuevo año. Un auténtico reto.

Una emoción muy común en esta fecha es la culpa. Son muchos lo que se sienten culpables de estar todos juntos celebrando un momento feliz, cuando falta alguien entre ellos. Que la culpa aparezca no significa que tenga una base real o lógica, ni que a causa de la misma debamos enfrentarnos de otra forma a la Navidad. Muchas personas, sobre todo cuando se trata del primer año de duelo, deciden no celebrar estas fiestas no solo por el dolor, sino por respeto a quien no está, pero no se dan cuenta de que al año siguiente tendrán que enfrentarse igualmente a la primera Navidad sin ellos. Poder disfrutar de momentos felices en medio de un proceso de duelo es parte de la aceptación de la pérdida, es decir, parte del propio proceso en sí, y por tanto, una fase por la que tenemos que pasar. “Aunque sintamos dolor, debemos seguir avanzando, porque si congelamos nuestra vida, el proceso de la etapa del duelo se paraliza, no sigue su curso y se prolonga en el tiempo”, por eso “en  la primera Navidad, si fue reciente la pérdida, sentiremos dolor” pero hemos de pensar que este poco a poco se convertirá en nostalgia con el paso del tiempo.

Consejos para sobrellevar el momento:

Teniendo en cuenta que ese dolor va a ser en parte inevitable, sí que podemos tener en cuenta algunas herramientas para poder sobrellevarlo de la mejor manera y poder pasar lo mejor posible estas fiestas:

  1. Recuerda que la Navidad es solo una fecha en el calendario y cada persona le da el significado que quiera.
  2. Recordar a quien falta en nuestra cena navideña no tiene por qué ser siempre de forma triste. Hagamos un brindis con palabras de aliento y dándole las gracias por tan buenos momentos.
  3. No trivializar: Muchas veces intentamos desdramatizar la situación apostillando frases tan manidas como “alégrate que es Navidad” o “no pienses en eso en estas fechas”. Este tipo de frases hacen que nuestro dolor parezca ridículo y que no tenga razón de ser, por lo que debemos evitar hacer sentir a la persona que siente pena que no debería de estar sufriendo por ese motivo”.
  4. Reconfortarte en los tuyos: Muchas veces estamos más pendientes de lo que nos falta que de lo que tenemos. Con las personas ocurre lo mismo. El dolor por quién se ha ido nos impide disfrutar del cariño de los que siguen estando con nosotros. Gestiona el foco de atención.

Recuerda, celebrar la Navidad no significa olvidar a quien no está, sino aceptar que no está y recordarle, pero seguir viviendo y disfrutando de quien hoy sigue estando con nosotros”.

 

Tamara de la Rosa / Psicóloga en Tenerife

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