Te quiero

¿Y por qué no un «te quiero»?

Cada uno es libre de decidir el modo de relacionarse con los demás. El problema surge cuando a una persona le gustaría relacionarse de diferente manera a como lo hace, pero no conoce la manera de hacerlo, o sus creencias sobre el mundo de las emociones no se lo permiten. Lo que debemos tener claro es que, el hecho de que a algunas personas les cueste expresar sus sentimientos, no quiere decir que no los tengan.

Los motivos por los que a muchas personas le cuesta tanto expresar sus emociones o sentimientos tan maravillosos como un “Te quiero” pueden ser varios, pero una de las principales causas es educacional, (sus experiencias en la infancia). La mayoría de personas a las que les supone un mundo compartir sus emociones hacia otros, reconocen que jamás presenciaron muestras de afecto entre sus seres queridos. La falta de familiaridad con expresiones como “Te quiero”, trae como consecuencia evitar estos términos llegando a ser considerados como síntoma de vulnerabilidad y debilidad.

Otro motivo puede ser el nuevo tipo de relacióndonde abusamos de disfrutar tanto el aquí y ahora, que decir la palabra “te quiero” provoca tensión. Parece que decir este término supone encadenarte, dejar de divertirte y pasar a la obligación de comprometerte con algo más. Necesario saber que: “puedo quererte sin la necesidad de querer vivir contigo. ¡No te agobies!, Puedo quererte simplemente por cómo eres y lo que hemos vivido. Puedo querer a un amigo, a una amiga, a mi familia, a mi perro”. “TE QUIERO”significa simplemente que eres alguien muy especial para alguien. Nada más. Decir te quiero puede que cambie algo en una relación, pero no tiene que ser a peor.

A muchas personas, cuandouna relación comienza a tomar forma y empiezan a surgir emociones, les asusta dar a conocer su vulnerabilidad. Por este motivo, cuando empiezan a notar las primeras señales del enamoramiento, ponen en marcha toda una serie de mecanismos defensivos. Intentan reprimir emociones en lugar de sentirlas. Se empeñan en controlarlas, en lugar de manejarlas.

Para identificar si hay “estreñimiento emocional”, te invito a hacer una reflexión para evaluar si realmente no expresas tus emociones porque no necesitas hacerlo, o si por el contrario no lo haces por evitar mostrar tu vulnerabilidad. Piensa en una persona importante para ti, y pregúntate “¿si a esa persona no la fueras a ver más, te quedarías con la pena de haberle dicho lo que sentías?” Si la respuesta es no. No hay problema. Si la respuesta es sí, anticípate e intenta evitar un dolor asegurado.

 

 

Tamara de la Rosa / Psicóloga en Tenerife

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